1. Enfócate en la alimentación, no en pasar hambre
Reducir grasa no significa eliminar todo lo que te gusta. El secreto está en mantener un déficit calórico moderado comiendo alimentos reales, nutritivos y saciantes:
- Incluye proteínas en cada comida: ayudan a mantener la masa muscular y a sentirte saciada.
- Fibra y grasas saludables: aguacate, frutos secos, semillas, verduras.
- Evita ultraprocesados y azúcares añadidos: no aportan nutrientes y sí muchas calorías vacías.
2. Entrena con inteligencia
No necesitas vivir en el gimnasio. Lo importante es combinar:
- Entrenamiento de fuerza: el mejor aliado para mantener o ganar masa muscular mientras pierdes grasa.
- Ejercicio cardiovascular: camina, corre, baila, ¡lo que más te motive!
- Sé constante: 4-5 días de actividad física por semana son suficientes si eres disciplinada.
3. Duerme y gestiona el estrés
¿Sabías que dormir poco o vivir estresada puede sabotear tu pérdida de grasa? El cortisol elevado promueve el almacenamiento de grasa, especialmente abdominal.
4. Paciencia y constancia, tus armas secretas
No existen los atajos reales. La pérdida de grasa sostenible es un proceso. Celebra tus progresos, por pequeños que sean. ¡Tu compromiso contigo vale más que cualquier número en la báscula!